El lunes siguiente al Domingo de Pentecostés, es el día señalado por los rocieros para vivir su fiesta. A partir del Sábado Santo empiezan a correr hacia adelante
en el tiempo esos cincuenta días para determinar, como se indica en las reglas del año 1758 de la Pontificia, Real e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora del Rocío
de Almonte "Instituyose la annual fiesta el día segundo de la Pascua del Espíritu Santo"
Los seminaristas no teníamos que mirar en el calendario para saber que esta fiesta ya estaba a la vuelta de la esquina, se respiraba en el ambiente, y ya en la cercanía se oía los cascos de los caballos rechinando en el asfalto, el colorido de los trajes de faralaes adornaban los arcenes moviéndose al compás de las palmas y flanqueando la comitiva, mitad devoción mitad jolgorio, buscando el camino a Almonte desde Villamanrique. Para nosotros era un día grande, un día de fiesta y todo aquello nos producía una gran inquietud, ese día la pizarra parecía que estuviera puesta delante de las ventanas, todos mirando para allá con regañinas incluidas del profesor de turno, los "ojeadores" que estaban preferentemente asentados nos tenían al resto debidamente informado de cuanto acontecía por momentos. Cuando estaba cerca el Simpecado se cortaban las clases y así los alumnos nos íbamos a recibirlo a la entrada principal. Eran momentos de fervor oír aquellas Salves, se tenía un gran sentimiento y se transmitía a los rocieros emoción y deseos de hacer un buen camino. Algunas Hermandades
hicieron en el Seminario "parada Obligada".
(Transcripción literal correspondiente a la foto ya insertada en la historia de Pila) El paso de las Hermandades del Rocío por el Seminario Menor en los años sesenta. En la fotografía observamos numerosos detalles de interés: La Carreta del Simpecado a punto de ser cubierta para el camino; la escasa participación en la Romería aún no masificada; la escolta a caballo de la pareja de la Guardia Civil; los seminaristas entonando el canto de la Salve; el carretero destocado por ese motivo; al fondo la viña del Boticario, el Chalet de Las Veinte, las chimeneas de la Fábrica. La primera vez que una Hermandad entró en el Seminario y dió la vuelta en el patio principal fue en el año 1960, era entonces el rector D. Miguel Artillo quien con el cura párroco de Pilas les prepararon un recibimiento a la Hermandad del Rocío de Pilas a su paso por el seminario, así es que a la vuelta del Rocío, un martes, dándose la circunstancia de que los Hermanos Mayores de Romería eran los padres de Antonio Romero Mejías que se encontraba aquél año en el seminario de Sanlúcar, les hicieron entrar en el patio, caballerías, carros y carretas incluidos, además del Simpecado del Rocío.
Como he comentado el paso de las Hermandades del Rocío y la Salve en las puertas del Seminario era un momento grande, para muchos seminaristas era la primera vez que conocían aspectos de aquella Romería tan famosa y tan especial, y su primera vez les marcaba tanto como para revivirla con la misma pasión cada año siguiente. En el año 62 se rodaba en Pilas la película "Alegre Juventud" a la que se le ha dedicado un espacio en esta web. Cuentan los más "veteranos" del lugar que aparte de que se les fueron al traste algunos de los misterios con los efectos especiales y con los dobles o sustitutos de los actores principales para realizar rodajes menos vistosos, cuentan concretamente, que al doble de José Luis Ozores se le saltaban las lágrimas viendo uno de los Simpecados de la Virgen del Rocío. Año tras año cada primer curso ha vivido estos momentos intensos, año tras año todos los demás seminaristas hemos repetido esos mismos sentimientos.
|