Las comparaciones son odiosas
Hoy al ver esta foto, me he sentido gato........y sin ser uno experto en diseño ni...….. buscar una muerte prematura como el gato por meterme en camisas de once varas, tirando de comparaciones o similitudes, ha sido ver la foto del artículo que me ha enviado un buen amigo de la red, pero con las mismas raíces, titulado: Esta es la primera mezquita del mundo solo para mujeres (y es obra de una arquitecta judía)
Se trata de un increíble espacio contemporáneo, diseñado con tanta delicadeza como esmero, y que cuenta con una importante particularidad: se trata de la primera mezquita del mundo exclusivamente para mujeres, los hombres aquí tienen prohibido poner el pie. Siempre prohibiciones, antes y después, unos y unas, para un dios único y verdadero, si acaso existe, aunque no responda, dado el grado de maldad existente en el mundo. No hace falta diluvios universales, pero sí de vez en cuando unos pequeños barridos que tire a la basura a esos indeseables caciques que son los responsables de los mayores males del mundo.. Pero no es esta la cuestión, sino la obra de D. Fernando Barquín, que se antepuso a la de la judía norteamericana Elizabeth Diller (Diller Scofidio + Renfro), nacida en 1954 en Polonia en el seno de una familia judía que logró sobrevivir al Holocausto.
D. Fernando Barquín optó en su construcción por una solución novedosa, por lo que rechazó de antemano todo perjuicio formal que sería un lastre en un proyecto de ésta índole, sin que por ello se quiera insinuar siquiera que se pretende hacer una aportación de cierta importancia en este campo de la arquitectura, pero imponiendo una revisión de ideas y conceptos.
Tras estudiar varias soluciones, llega a una idea general de planta abierta con grupos de edificaciones muy independientes unidos solo por galerías cubiertas para proteger del sol y de la lluvia. Llegó a esta solución no solo para adaptarse a la topografía del terreno sino que corresponde a una filosofía novedosa para ese tiempo, y completamente actual en nuestros días.
Si bien se dice aquello de que todas las comparaciones son odiosas, o que cualquier similitud es pura casualidad, aquí se dan muchos ingredientes casuales, más cuando desde 1959 hasta hoy han transcurridos muchos años de diseños arquitectónicos. |