El título que encabeza este artículo, no es un capricho o ignorancia, sino una expresión de cabreo, más cuando los resultados son los que son.

Se ha publicado una encuesta de CELESTE-TEL, encargada por el diario.es, que dice que el bipartidismo detiene su caída, aumentando la intención de voto en casi cuatro puntos a PP y PSOE y la recuperación más notoria es la del PP, que sigue siendo el partido más votado con 32,1% de votos y se consolidan como fuerzas emergentes IU y UPyD.

Este País, creo, o está dormido, o está semisopito. No logro entender que esté así, por más vueltas que le doy. Mucha leyenda sobre la “furia española” y no aparece por ningún sitio, porque… ¿dónde está? Si. ¿Dónde está? ¡aaah!, en el fútbol. Ya. Ya.

Todos o casi todo el mundo, expresión que decimos y oímos por la calle, nos quejamos de cómo está la cosa, de cómo nos están dirigiendo y gobernando, de las tropelías que están cometiendo los político y este gobierno en particular, de los recortes, de la falta de empleo, de los derechos arrebatados a los trabajadores en un plis-plas, de los derechos robados a los ciudadanos en toda clase de materia sin que se salve ninguna, de la falta de libertades, del atropello de la nueva ley de régimen local, la que pretenden sobre el aborto, de la de seguridad ciudadana, de la de, de la de, de la de, pero nosotros, los que nos quejamos, los ciudadanos, no nos ponemos de acuerdo en poner “pié en pared” y decirles a estos nefastos políticos y en particular a este gobierno ilegitimado que hasta aquí hemos llegado y si hay que hacer otra nueva PEPA, se hace. No tenemos los reaños que hay que tener para hacerle un plantón a este gobierno y decirle ¡basta!, ¡basta!, ¡basta ya! No podemos seguir así. Este Gobierno, no es creíble, no es respetuoso, no es honesto, no es democrático aunque se haya servido de la democracia para llegar al poder y ejerce una dictadura peor que la que sufrimos anteriormente. La mayoría absoluta de este gobierno, no le legitima a tomar medidas en contra de la ciudadanía, que se la otorgó para que gobernara de manera distinta a la que lo está haciendo. De ninguna de las maneras es aceptable la tiranía con la que lo está haciendo.

La fotografía de este artículo, tomada por Sonia Arnáiz, periodista, en el Teatro Municipal de Guadalcacin, es de un acto que recuerda a los años sesenta del siglo pasado. Sí. Y no digo ninguna barbaridad. Estuve en ese acto repleto de jóvenes y no tan jóvenes y se me caían las lágrimas. Lágrimas de rabia y de impotencia. La escena, me llevaba al pasado cuando nuestros padres, nuestros hermanos recibían las instrucciones para ir a trabajar “al extranjero”, a Alemania, Suiza, Francia… y como “borregos iban al matadero” ansiosos de encontrar un trabajo para poder sustentar a la familia. Otra vez la desestructuración de la familia. La imagen en blanco y negro, en el recuerdo, de hombres y mujeres con sus mejores vestimentas y maletas de cartón piedra forradas de tela que en centro de las mismas llevaban rayas anchas color marrón, de “catetos de pueblos”, en los andenes de las estaciones de ferrocarriles o subidos en el tren mirando por las ventanillas, se me venía a la retina de la memoria como un mal sueño. Realidad entonces. Realidad ahora. Cardos borriqueros, higos chumbos, palmitos, palmichas, entonces. Ahora ni siquiera eso, y los pocos que existen, si los coges te pueden poner una multa medioambiente por coger una especie protegida.

Parece como si PERI hubiera estado también en el Teatro de Guadalcacin en ese acto y publicara hoy en el Diario de Jerez su viñeta que dice: “La mayoría de los jóvenes españoles aceptaría un empleo sin importar salario. ¡va rezurtaŽ que labolución de lasclavitú era una trola! ¡a la vista está! ¡cómo lo zabe” (“la mayoría de los jóvenes españoles aceptaría un empleo sin importar salario. ¡Va a resultar que la abolición de la esclavitud era una trola!. ¡A la vista está! ¡Cómo lo sabe!”).

Lamentable, lamentable, lamentable. Y sigue la encuesta antes mencionada diciendo que: