LA VESPA "BETICA"

La presentación de las primeras 15 motos Vespa tuvo lugar en abril de 1946 en el Club de Golf de Roma. Los padres de la nueva moto eran el empresario Enrico Piaggio y el ingeniero aeronáutico Corradino D'Ascanio. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Piaggio tuvo la visión de un medio de transporte cómodo, de fácil manejo y barato. Piaggio encarga un primer proyecto al ingeniero Renzo Spolti, en el que el nuevo vehículo recibe el nombre de Paperino, que significa patito en italiano, con un diseño inspirado en las motocicletas plegables utilizadas por los paracaidistas ingleses. El proyecto del primer prototipo no convenció a Piaggio y recurrió al ingeniero aeronáutico Corradino D'Ascanio. El ingeniero, al que le gustaban más los aviones que las motos, diseñó un vehículo de aspecto revolucionario para su época: puso el motor sobre la rueda posterior e ideó el brazo delantero pensando en el tren de aterrizaje de un avión. Cuenta la leyenda que, cuando Piaggio la vio, exclamó: «Bello, sembra una vespa» (Bonito, parece una avispa, en italiano), aludiendo a la forma del vehículo: parte trasera más gruesa conectada a la parte frontal por una cintura delgada, y el manillar como las antenas.

En 1952, España estaba en el camino de olvidar ya las secuelas de su guerra civil y, como en Italia, necesitaba facilitar el desplazamiento de sus gentes como necesidad para la ampliación de sus industrias. Las marcas españolas de la época (OSSA, Montesa, Lube...) no podían competir con la Vespa. Spartaco G. Boldori Malandri es amigo personal del Sr. Piaggio y representante de Fiat en España. No es el Sr. Boldori uno de los escépticos, sino uno de los entusiastas y propone al Sr. Piaggio el montaje de una fábrica en Madrid. La idea es aceptada sin reservas; pero las ideas necesitan hombres y nombres para convertirse en realidad. Y para que tome cuerpo la propuesta del Sr. Boldori, será decisiva la colaboración de Juan Lladó, consejero delegado entonces del Banco Urquijo. El primer director de MotoVespa será Lelio Pellegrini Quarantotti quien, con un extraordinario grupo de colaboradores entusiastas, logra en pocos meses poner en la calle la primera Vespa de 125 cc. en febrero de 1953.

Las Vespas Españolas se comenzaron a fabricar en una factoría situada en la madrileña calle de Julián Camarillo por la Empresa Moto Vespa SA, cuyos accionistas mayoritarios eran en un principio, el I.N.I. (Instituto Nacional de Industria) y del Banco Urquijo, y la marca italiana Piaggio.

La vespa que aquí nos trae es una vespa especial por dos cosas, una porque no es una vespa cualquiera sino una pileña vespa "bética", y la segunda que el marco en la que se muestra no es ni más ni menos que los aledaños del seminario, recogido en dos momentos de su proceso de construcción. En una parte se muestra un edificio sin ventanas y en la otra un edificio ya acabado y a sus pies unos insignificantes naranjos y pinos piñores.

La alambrada marca los límites de las intalaciones y por lo que se ve la construcción supuso una gran expectación entre los habitantes de Pilas, tanto que era con frecuencia telón de fotos, por ser extraordinaria de por sí y por el revulsivo laboral que produjo en la zona.

La vespa lleva sobre su corazón el escupo del Betis, encima futuro y quien sabe si tal vez no sería más tarde uno de esos curas jóvenes que en los sesenta cambiaron la Vespa por la Lambretta para darle un paseo a la "Palabra de Dios" y llevarla al rincón más inusual.



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"Los niños de Juan Manuel" - Junio 2009"