Cuando yo estuve trabajando en las fábricas de las multinacionales General Motors (1982-1986) y Ford (1989-2001), tiempos buenos aquellos, una de sus políticas o normas internas de funcionamiento (copias una de otra), eran las reuniones que se mantenía periodicamente entre los responsables de departamentos, aquellas reuniones "feedback", o retroalimentación, no tenían otro objetivo que revisar el funcionamiento y la consecución de los objetivos que el departamento se había fijado, en aquellas reuniones imperaba lo que le llamabámos flujo de ideas, cascada de ideas, que no era otra cosa que aportar cada uno sus ideas, analizar las causas del problema que hubiere, llegar a conclusiones definitiva, y con todo aquello llegar a una propuesta, retoque, guinda y manos a la obra para subsanar el entuerto y recuperar la producción.

Yo creo que estos americamos cuando les arredandaba sus cortijos la Junta de Andalucía traían debajo del brazo sus libros de procedimientos y normas de funcionamiento, si fueron descubiertos hace un montón de años volvían ahora a descrubrirnos y a querer enseñarnos, a americanizarnos, y no sabían ni siquiera ni que era ni para que servía un bidet.

Lo cierto es que en nuestros años de Pilas ya hacíamos "feedback", y nos retroalimentabamos unos con las aportaciones de otros, llegábamos a consensos, analizabamos y debatíamos las reflexiones de unos y otros, solo que aquello le llamábamos la puesta en común y formaba parte del proyecto formativo/educativo. Como me recordaba Perico "A lo largo del curso había momentos que se dedicaban a 'poner en común' las reflexiones, los descubrimientos, las dificultades, sobre un tema, suceso, acontecimiento, celebración".

La diferencia era que en vez de unos supervisores al mando de un gerente de departamento, allí quien cortaba el bacaláo, el que movía la batuta era Juan Manuel, animador/orientador, y quien determinaba qué momento del curso requería una de estas puesta en común, principalmente cuando había "cabras" que tiraban para el monte, o el "feeling" general del grupo tuviera las pilas al mínimo.

Veinte años antes que los americanos retomaran de nuevo Andalucía, "desembarcando" en Puerto Real y El Puerto, Pilas, allá, en medio del campo, apliacaba la retroalimentación, aplicaba en sus normas de funcionamiento las reuniones de grupo marcando objetivos, y los que salíamos de aquellas reuniones, salíamos mas bueno que el pan,...y que duraba normalmente hasta otra "puesta en común".