MIS MINUTOS DE ORO
 

Y me preguntan, algunos, que si ya no trabajo y que si por eso tengo tiempo para “andurrear” por los medios sociales y mandar correos electrónicos a diestro y siniestro, colmatando los ordenadores de todos los que me reciben, con más de una queja de algunos, que no se cortan en decírmelos y yo en agradecérselos, para así enviarles más y sepan que alguien como yo, saca unos minutos dedicados precisamente para ellos, que confieso, no me lo piden, pero que lo hago gustoso para que así tomen las opciones de odiarme, maldecirme, llamarme “pesao”, o alegrase conmigo unos instantes.

De que no trabaje ya se ha encargado Zapatero de que sea así, ¡claro! lo que no ha conseguido éste es que yo continúe en mi tozudez de llevarle la contraria en el empeño.

No. No se trata de tener tiempo porque no trabaje, no. Ocurre desde hace ya algún tiempo que estoy en el convencimiento, y así lo practico, que lo importante es la comunicación con todos los tuyos aunque ellos no lo quieran porque merece la pena hacerlo. Por lo tanto, como creo que lo importante es la comunicación con los demás, yo me hecho forofo de todos mis amigos y conocidos y trato de mandarles algún que otro mensaje valiéndome de los medios de las nuevas tecnologías puestas a mi disposición para que no se olviden que existo y que existimos.

Reconozco que algunas veces soy demasiado pesado, lo reconozco, pero en este sentido no tengo el propósito de enmienda como aliado, al contrario, porque no soy sabio, como dice el refrán de rectificar.

Me encanta sacar minutos para mis amigos y conocidos y llamar a sus puertas para decirles simplemente: aquí estoy. No me importa que me den con las puertas en las narices. No me importa. Persevero. Seguiré llamando y dando minutos míos porque no los pierdo, los gano. Estoy convencido.

Tengo un amigo que hace el mismo ejercicio y se siente orgulloso de practicarlo. Escribe mucho:”El reloj en mi muñeca ha ido avanzando impasible segundo a segundo,…” y sigue en su comentario porque llama; “del adiós, llámame, toma mi teléfono…”, y publica en una web “recuerdos”, “ayer y hoy”, “música”… y “enlaces”, para nunca cortar la comunicación.

¿Veis amigos y conocidos que hermosos son esos minutos de los que muchos no tenéis tiempo para utilizarlos?

Os doy mis minutos de oro.


Volver atrás


© "Los niños de Juan Manuel" - Junio 2009"