D. Juan Leiva



EVOCACIÓN PILEÑA

El Trofeo Campo a través “Cardenal Bueno Monreal” :


Uno de los acontecimientos deportivos más interesantes del Seminario de Pilas fue el “Trofeo Campo a Través Cardenal Bueno Monreal.”. No puedo asegurar la fecha en que se celebró, pero haciendo mis cálculos, creo que fue sobre el final de la década de los 60. Era en plena primavera y acudieron cientos de jóvenes de los colegios de Sevilla y de las asociaciones deportivas federadas.

Cuando se lo propusimos al cardenal, acogió la iniciativa con entusiasmo y la aprobó inmediatamente. Él estaría presente y repartiría los trofeos a los ganadores. Efectivamente, así lo haría. Por aquel entonces, teníamos como delegado de deportes a don Francisco López Castilla (q.e.p.d.), persona indicada para este tipo de actividades.

El domingo señalado para el trofeo, vinieron autobuses de Sevilla cargados de deportistas juveniles. Los terrenos del Seminario eran espléndidos y tenían las condiciones necesarias para este tipo de competiciones. El día acompañó, fue espléndido y el cardenal acudió puntualmente a la cita.

Más fotos del cross en Recuerdos (Palacio Arzobispal)

Nuestros alumnos conocían bien el terreno y se habían entrenado en él. De manera que hicieron un papel excelente y ganaron varios trofeos. El cardenal estaba entusiasmado, porque todo lo de Pilas le alegraba como fruto de una de sus mejores obras. No obstante, yo no sabía qué podría decir a aquellos jóvenes deportistas un cardenal de la Iglesia a sus 60 años.

Después de repartir los trofeos, se dirigió a los jóvenes con la mejor glosa del deporte que he oído en mi vida. Algo así fue la idea: “Sois jóvenes, en pleno desarrollo físico e intelectual. Dios os ha dado fuerza y destreza para conseguirlo. Pero debéis tener en cuenta que tenéis que aportar las energías que os sobran y no más. Sería un error que, por un interés excesivo, deis más de lo necesario y podáis tener un accidente. También vuestra mente y vuestro espíritu necesitan de energías y las podríais truncar.”

Cada vez que oigo, leo o veo por televisión que un deportista ha muerto o ha quedado disminuido por un exceso de esfuerzo físico, me acuerdo de las palabras del cardenal Bueno Monreal a aquellos jóvenes. Desgraciadamente, el deporte se ha convertido en una explotación física de los deportistas para conseguir dinero y muchos lo pagan con su vida o con su mutilación de por vida. Aquel cardenal de 60 años sabía bien lo que que quería decir con aquella intuición a los jóvenes deportistas que participaron en el Campo a través “Trofeo Cardenal Bueno Monreal”.