Es costumbre democrática, a veces no respetada, esperar 100 días desde su toma de posesión, para hacer una valoración de la actividad que está desarrollando el Gobierno de turno. Lo que pasa es que hay muchas ocasiones en que nos sentimos tentados, sólo tentados, de entrar a tumba abierta en la crítica. No vamos a hacerlo ahora, seguiremos respetando la costumbre siguiendo el aserto: “In dubio pro reo”.

No vamos a criticar las medidas adoptadas por el Sr. Rajoy, aunque solicitamos permiso para posicionarnos con respecto al ejecutivo conservador.

La verdad es que los balbuceos presidenciales de D. Mariano dejaron mucho que desear, si bien era algo esperado, anunciado y previsto. No había que ser profeta para saber que sus primeros pasos irían encaminados a solicitar el visto bueno de los banqueros. Así la primera reunión que tuvo fue precisamente con la gran banca. Sospechamos que sería para solicitar las directrices a seguir: líneas económicas de actuación, nombres para su ejecutivo, etc. No vamos a entrar en detalles. Ya los daremos más adelante cuando pasen los 100 días de rigor que nos auto imponemos.

Lo que sí pedimos es licencia para analizar la composición, al menos someramente, del ejecutivo que ha montado el Presidente del PP. Y podríamos comenzar Por Dª Soraya, ejecutiva modelo, a la moda y muy bien informada y de la que esperamos, sea capaz de mantener el ritmo. Lo que no estamos seguros es de la finalización de su mandato sin gresca con el resto del patio. Tan sólo una duda: cuando pide sacrificios a los españoles, nos surge la pregunta de si también va a hacer los mismos sacrificios, proporcionalmente, la clase política. Hasta ahora no se les ha planteado.

Otra guinda del pastel, sin ánimos onomatopéyicos, el D. Luis de Guindos. ¿Cómo se pueden esperar soluciones a la “crisis” de un señor que ha participado activamente en el hundimiento de la financiera Lehman Brothers?. Además de ex-socio y consejero de AB Asesores, Responsable Financiero de PricewaterhouseCoopers y miembro del Consejo de Administración de Endesa, donde coincidirá en más de una ocasión con el Sr. Aznar. Con estas relaciones, el Sr. Guindos tiene todas las papeletas para haber sido “aconsejado” por los banqueros al Sr. Rajoy.

La cara amable por méritos propios del Gobierno actual se personaliza en el Sr. Gallardón. A don Alberto, le cabe el honor de haber estado al frente durante ocho años del Ayuntamiento más endeudado de toda España (6.776 millones de euros, según resultados a 2010) lo que se plasma en una deuda por cabeza de 2.801 euros para cada madrileño. Evidentemente no ha sido incluido por el Sr. Rajoy en el Gobierno por sus dotes para el ahorro. Pero, eso sí, tiene una prensa que para sí la quisiera el más pintado.

Uno de los ministerios llamados a ser estrellas ha sido ocupado por el Sr. Fernández Díaz, a cuya toma de posesión fueron invitados, parece que a título personal, entre otros, el arzobispo castrense (¡toma ya peaso amigo!) y la cúpula policial del 11 M. Aquí si que se nos va a permitir no emitir comentario alguno.

Otros de menos peso político son Doña Ana Pastor, conocida por sus ideas progresistas, sobre todo en logros feministas, D. Miguel Arias Cañete, el de los filetes de las vacas locas, Doña Ana Mato, con la que los niños andaluces están tan contentos. Y el fichaje estrella: D. Cristóbal Montoro, diputado por Sevilla, del que también estamos agradecidos por sus alabanzas hacia los andaluces, y que plantea nada menos que pena de cárcel para los políticos derrochadores. A D. Cristóbal le auguramos un futuro brillante de aquí a Septiembre de este año, fecha en la que probablemente sea la primera “reforma del Gabinete Rajoy”.

Con el “cóctel D. Mariano”, no podemos ser muy optimistas. A no ser que los mercados…

D. Mariano que no le coja a Vd. "el toro"...