Estamos en Jerez a la tres de la tarde metidos en un autobús sin aire acondicionado. La circulación se hace más lenta de tanto banquero "acorbatao" metidos en sus coches cerrados hasta arriba y con la sonrisa de un buen aire fresquito. 

Te miran de reojo con sonrisa maliciosa mientras se arreglan el nudo de la corbata, y tu pegado al cristal de los "rempujones" y el traqueteo del autobús, de izquierda a derecha, moviéndose más que el capitán Pata Palo con cinco centímetros menos de pata. 

El sudor te corre por la frente y la espalda se empapa como si estuvieras descargando sacos de papas. Ya no huele a CK ni a Máximo Dutti, las inmundicias te llegan hasta la nariz, ¡ay ¡ qué daría yo ahora por estar "resfriao". 

La María que viene del mercado para comprar mas baratíto, la sandía, dos bolsas de naranjas, una de papas y tres lechugas, ¡ y te las pone encima del pie ¡ el codo te lo "jinca" en los riñones, y al final hasta te pasas de tu parada porque te ha puesto mas torcío que una alcayata que no has "llegao" al timbre, al timbre con el que solicita parada y a la vez anuncia un nuevo asalto. 

El sol te sigue pegando en el cachete de la cara y el banquero ¡ que no adelanta ¡ el malnacío. 

Por fin sacas el pie de debajo de la sandía, te estiras como puedes y no aprietas el timbre le das un pellizco para que no falle, te bajas a "trompicones" y al final andandito otra vez para atrás. 

A la tres y media de la tarde el sol "cae en picao", no hay ni un sombrita de un balcón dónde cobijarte. Cuando llegas al portal de tu casa no subes las escaleras de golpe para que te dé un "arrechucho" del "caló", nó, te tiras suelo para tomar un respiro y poner el cachete al fresquito del suelo "paque te baje el sofocón". 

Allí tirado como si trajeras de vino un colocón miras a los buzones, "tos" repletitos, asomando por las bocas papeles de todos los colores. Aturdido todavía del calor te sorprende tanta correspondencia, porque con la carta de la hipoteca del banco, el recibo de la luz y del agua, la carta del teléfono, que con lo gordas que son para pagarlas caben todas en un rinconcito. 

Te incorporas, "atinas" a meter la llave, se abre la puertecita y empieza aquél buzón a "vomitar" papel, venga papel, y más papel, aquello estaba metido a presión, ¡ ay ¡ que fuerza tienen esos repartidores de propaganda en esas manos. Antes estaba en el suelo al fresquieto ahora estás en el suelo al fresquito y "tapao", y no tiene "guasa" el cartel de la portería "No dejar papeles". 

Así que sudao y con los papeles pegaos escalera arriba hasta el quinto "pa no ensuciá" el ascensor. Pero mira se te hace ameno, mientras sube las escaleras, de tramo en tramo, y en masetilla parada, despegue de papel y a leer, a leer, "yastan tos arrugaos" paque mimujé" no los vea. Rebajas en Continente, Pryca e Hipercor, descuentos en Cobrero y Campeón, Hipermueble abre sus puertas, motobombas para las piscinas, unifamiliares de oferta, agencias de viajes, remolque para el camping, ruedas de rebajas, ¡ que se acaba la paga y todavía no la he "cobrao" ¡. 

Cuando llegas a tu casa de esta guisa tu mujer se pone a llorar porque se cree que ten han echado de la oficina y que te has metido a "trapero", y que traes una leche de aupa, le sonries y le dices "que no mujé" que lo he recogido "pampapelá la paré". Ella suspira y te dice ¡ como hace tan buen día lo he preparao todo para irnos a la playa a tomar el sol ¡ 

¡ He hecho un gazpachito andalú que quita el sentío ¡ y ¡ ahí lo tengo fresquito en un "lebrillo" metido en el congelador ¡. 

Yo no he ido a la playa a tomar el sol, mi mujer no sé por donde anda, pero yo "me quedao" en mi cocina fresquita, leyendo la propaganda diciendo en voz alta donde están los del "Grinpí", ¿ quienes controla los arboles?, y todo eso duchándome y quitándome la sed con mi gazpacho andalú. 

(Para el que no lo sepa un gazpacho andalú, es su pan, su tomatito, su pimentito, su cebollita, su ajito, su aceitito de oliva, su pizquita de sal, y todo muy pasadito por el "turmi" ...se pone al fresquito y está que quita el hipo)