MUNDIAL SUDAFRICA 2010



Nunca una pelota atrajo tanta expectación, nunca un balón tuvo sobre sí tantas miradas. El mundo entero seguía expectante el ir y venir de jugadores ataviados de todos los colores posibles dándoles patatas, cabezazos, a un balón llamado "jabulani" que hacía en su recorrido hiperbólico el mayor de los extraños.

Días casi enteros de recortes de fútbol en todas las cadenas durante un mes. Renglones y más renglones en todos los periódicos habídos y por haber. Las "marías" y las "marujas" comprando en la plaza pimientos y tomates y rematando un córner con una patata, otras mostrando el cartelito de los precios como si le sacara al tío del puesto tarjeta roja por lo elevado de los precios mientras el resto del personal soltando los bolsos en el suelo, entre las piernas, para que no se pierda "ná" aplauden la decisión como el mejor de los graderíos.

Allá a lo lejos aparece un moreno, no se si de África, o de la playa del bajondillo llevando en su boca un pimiento verde largo haciendo un ruido como el de una "bubucela" y animando a aquél grupo de chavales que "arrea" al zagal rubio de pantalones remangados por encima de la rodilla que quiere tirar un penalti con un melon maduro y amarillo. De portero otro chaval, que estático, serio y concentrado en el melón, espera que el "arbitro", el del puesto de pescao pite con el boquerón, y así hacer la mejor parada de su vida a lo Iker Casillas delante del escaparate del todo a cien que montado, sin pagar impuestos y con todas las ventajas del mundo, vende el chinito Chá Láo desde ule a cuadritos para un mantel, "baláto", "baláto" que unas bragas de encaje de La Roja señalando el centro del campo.

No me veas el canchondeo junto con la breca y la dorada, han vestido a un pulpo con la camiseta de España, un pulpo que tiene la mirada perdía los largos brazos caídos y que lleva por dorsal el 23 "manué", que cuando alguién le pregunta quién va a ganar le larga un corte de mangas y contesta ¿quién va a ganá? "el mejón", y el pulpo al que mueven con hilos no se equivoca nunca, de momento se está salvando pero le quedan los días contados.

Ya terminó el mundial, todos los españoles somos campeones, y hemos salido a la calle a festejar el triunfo, a cantar a los cuatro vientos ¡ campeones ! ¡ campeones !, nunca una victoria supo a tanto, nunca un triunfo sacó a la calle a tanta gente, ni siquiera para protestar por un puesto de trabajo, por una mejor sanidad, por un salario justo, por garantías antes las mentiras de los políticos, no, el fútbol mueve masas para bién de los políticos que respiran tranquilos porque ser campeones del mundo por primera vez ¡ es lo más grande !

Pasan los días y ya se retiran las banderas de los balcones, de los coches, de las azoteas, seguimos siendo españoles, nosotros españoles de Andalucía, volvemos a la realidad a oir a ratitos para interpretar lo que se dice del estado de la nación, volver a escuchar a los separatistas catalanes, aliados de Zapatero, mascullando entre dientes nuevas amenazas y medidas de presión, y no entiendo "ná" porque no quieren ser españoles ni sentirse representados por La Roja, y nos están mangoneando y nos quieren avasallar, derechos que le da un voto un pacto,......con el diablo.

Sres ya ha acabado el mundial, ¡compren productos andaluces ! ¡ hágamos grande a Andalucía !...y metamos el mejor gol a nuestra economía.