MI PORTAL DE BELEN 

Una vez más éstas fiestas trae recuerdos, y los mejores los de la infancia, esos en los que mi padre, "mi torero de la vida favorito", montaba en el "cuartillo" el belén para sus niños, un belén grande, con montañas de papel y harina, y con cielo azul estrellado, con musgo y con lentisco, un belén grande en el que nosostros los hermanos, una verdadera cuadrilla de revoltosos, zamboba, matraca y pandereta en mano cantabamos nuestro reperterio de villancicos a la luz intermitente del aquél belén que me resultaba tan grande.

Mientras, mi madre en su cocina de la entrada, preparaba los pestiños llenos de bolitas pequeñitas de colores, las tortitas de harina y anís, y las torrijas bañadas en miel.......olor a Navidad en aquel lebrillo repleto de dulces hechos con el más grande amor, del que todos participabamos.  

Y allí estaba en el patinillo aquel pavo al que todos le teníamos tanto cariño dándole vueltas al pozo, y al que le había llegado su hora, hora de lagrimas infantil, correrías y llantos primero.......pero era Navidad, y había que celebrarla.  

Estas fiestas trae recuerdos, y yo monto mi pequeño belén, al que no le canto pero con el que homenajeo al hombre que me hizo soñar y me alentó en mis sueños, el que arraigó la tradición. Ya no voy al monte en una "velosole" con tracción en la rueda delantera a coger lentisco ni musgo en el monte, hoy te lo venden todo empaquetado en pequeñas bolsas de plástico, no es lo mismo, pero así monto mi pequeño belén.

El portal, los pastores, los camellos, los pavos, las gallinas, los cerditos, la lavandera, el cacharrero, y los reyes magos adorando al niño Dios  

Oro, incieso y mirra...

...y los pastores, los más humildes del belén le llevaban parte de sus pertenencias, y más da quién da lo poco que tiene........  

Ya está montado mi pequeño belén, y ahí está solo, nadie le canta mientras parpadean las luces de colores, no hay zambombas, matracas ni panderetas,.... esta noche será Nochebuena y no hay pavo que corretee al saber que le llega su hora. 

Esta noche es Nochebuena y mi belen tiene unos ojos de niña paraguaya que no pudo celebrar ésta Nochebuena con todos los suyos, y que ojea, que revisa, que narra en voz alta y entusiasta lo que ve, Paula mira mi pequeño belén. Señala, pregunta, rie......¿quién es aquél Manolo?

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Yo, medio en serio medio en broma le dije a Paula, aquél que está en el rincón semioculto, agachado, es el "caganet", es una figurita que tradicionalmente se encuentra en los belenes. "El cagón" decían que traía suerte, yo siempre tuve un cagón en mi belén, pero no con barretina como éste.  

Y es que éste cagón, Paula, ha salido contestario, y lleva su barretina para no ser un cagón cualquiera en tantos y tantos belenes de España, es un cagón que cree que su mierda es mejor que la de los otros cagones, y no se quita la barretina ni para cagar, porque cree que así hace un acto nacionalista, por eso Paula yo le he puesto una luz en el culo, para que se le ilumine y piense.  

La niña me mira sorprendida, no entiende qué le digo, ni sabe que se me ha atragantado el Carod Rovira ese como el peor de los polvorones,... No importa Paula esta noche es Nochebuena....¡ arre, arre arre !, la morimorena.....