Una siesta en la casa de Juan Ramón 

Una tarde cualquiera allá lo sebremesa fuí a casa de Juan Ramón Jiménez en Moguer. Juan Ramón no se encontraba, pero todas las puertas de la casa, que parecia un museo, estaban abiertas de par en par como si quisiera mostrar al mundo, a todos sus visitantes, cada detalle de cada uno de sus aposentos.

En aquél silencio me sentí como el cansancio me invadía, los párpados me pesaban cada vez más, como si hubiese bebido algo más de vino en el almuerzo compartido anteriormente entre compañeros.

Mirando aquí y allá, contemplando en la hemeroteca la historia, reviviendo el pasado encontré un sitio, que aunque no fuese el más idóneo, era el adecuado para darle cuartellillo a esa soñera que me vencía.

Me aposté tieso como un cuatro, como el que oye la misa sin pestañear para no perderse ni uno de los sones de los cantos, pero con los ojos cerrados, y si Arquímedes con un punto de apoyo y una palanca era capaz de mover el mundo, yo apoyado en mi paraguas soy capaz de aguantar cada una de las "canvayás" sin caerme al suelo.

El sueño por fin pudo conmigo, y yo sentí sin Juan Ramón, como aquél bonito blanco suave y peludo que parecía algodón trotaba como si volara por aquellas baldosas decoradas, correteaba por aquél largo pasillo a modo de verde prado mostrando margaritas amarillas y amapolas rojas que acariciaban su barriga.......

Y cuando mejor estaba, cuando parecía que Platero me iba a narrar unos poemas me sonó muy cercano y estridente un.... "Juan pedro que nos vamos".......un Juan Pedro que me llegó al alma y que me hizo tomar conciencia de que ni allí iba a llegar a tomar café Juan Ramón esa tarde ni el burrito plateado era tan bueno como él lo describía.

El mango del paraguas lo tenía clavado en el pecho, parecía que estuviera allí apuntalado en aquella silla, me abroche el chaquetón y me fui tras despedirme del personal derechito al coche de Villalba para seguir dando cabezaditas en el hombro de José Manuel, al menos hasta llegar a la altura de Lebrija.

Que buen día hemos echado en Moguer, que grande era Juan Ramón, ¡ que tengáis buen viaje hasta Sanlúcar ! ..... y ya nos veremos la próxima en Estepa en casa de Alés, decidida por acuerdo general para el tercer sábado de Noviembre (día 17 de Noviembre de 2012).


Juan Pedro soñando con Platero



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© "Los niños de Juan Manuel" - Junio 2009"