D. Amador se define simplemente como sacerdote.
Renunció desde el inicio de su ministrerio a otras dignidades: ser canónigo (al comenzar su sacerdocio y
posteriormente tres veces más), y obispo.
Desde su primera juventud, antes de entrar en el Seminario, renunció a lo que se pronosticaba como un éxito en su vida:
el arte.
Fue Seise solista en la Catedral de Sevilla. Interpretó el solo del Miserere de Eslava, que se cantó por última vez
como parte de los Oficios litúrgicos de Semana Santa. Desde entonces recorrió varias provincia cantando con orquestas en
ciudades y pueblos.
Cuando entró en el Seminario, había estudiado solfeo, varios años de piano, canto, dirección de coro, gregoriano......
Hacía escultura, pintura, poesía. Optó por lo mejor de las artes: ser sacerdote.
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