Esta noche no se si voy a poder dormir, estoy demasiado preocupado, excesivamente preocupado diría yo. Y no es porque no tenga futuro por falta de trabajo, y por no tener trabajo no tenga un ingreso fijo que me permita hacer frente a cada uno de mis compromisos contraídos hace unos dos o tres años, sin saber la vuelta repentina que iba a dar todo esto. Y al no poder hacer frente a mis compromisos estar en un estado de tensión que origina una extrema ansiedad, un sin vivir que te afecta interiormente y terminas por abandonarte.

Y no es tampoco porque me pueda producir resquemor oír el timbre de la puerta o del teléfono que no suena precisamente para ofrecerte un mañana. Sentir alivio cuando el sonido de la moto del cartero pasa de largo y no te deja ese día una carta certificada o un burofax con acuse de recibo que te hacen temblar de incertidumbre e impotencia.

Tampoco es saber que cobras los días diez de cada mes y que nada más entrar el salario en la cuenta se vuelve a poner enseguida en rojo viviendo al revés y a toro pasado, mientras las domiciliaciones son devueltas una y otra vez teniendo que campear el presente poniendo y quitando de aquí y de allá, y teniendo que ir por la vida como el jugador empedernido que usa los faroles para poder ganar una mano.

Por no ser no lo es siquiera cuando vas a Mercadona con diez euros y tienes que comprar para dos días, sumando y restando por los pasillos para no pegar una patinazo en caja y que cuando pases lo comprado parezca que vienes a comprar los mandados olvidados. El triunfo es volver de nuevo a casa y saber que no te has quedado sin dinero porque sigues llevando en el bolsillo unos céntimos que ni siquiera le das al de turno que pide con el cartoncito porque te da hasta vergüenza o quieres evitar que encima te llame "rasca".

Unas monedas a las que le vas dando vueltas en el bolsillo como si esperaras que engordaran, unas monedas, unas pocas monedas que se calientan de tanto manoseo y llenas de esperanza mientras hablas con ese Dios al que le dices que menuda la que está liando en el mundo, y te olvidas que "Dios y el dinero son incompatibles", y cuando te acuerdas de esto te preguntas del porqué entonces del Banco Pontificio, que algo no funciona bien, y que cuando Él dijo, sobre esta piedra edificaré mi iglesia no se refería a un patrimonio por encima de todas las cosas.

NO, esta noche, una más, no me voy a dormir hasta las tantas dándole vueltas a todos los asuntos pendientes y resolviendo en la oscuridad esto o aquello con esta o aquella posible solución, soluciones que cuando uno se despierta temprano con las primeras claridades del día se han esfumado. No, esta noche, una más, no me voy a dormir hasta las tantas sino por culpa de Zapatero.

Y no porque haya originado tan magno estropicio social, ni tan siquiera por tener o no talante, o porque haya dejado unos millones de parado porque no supo o quiso ver con antelación lo que se avecinaba, o porque quería pasar por la historia de España con la marca de ZP, con la zeta pe de "ZoplaPollas" dando dinero a los bancos que seguían teniendo grandes beneficios en un gobierno socialista y daba, porque así lo dicen las leyes, carta blanca a éstos convirtiéndolos también en inmobiliarias.

No, estoy desvelado porque Hacienda no le paga a Zapatero su indemnización y debido a esta situación, Zapatero aún no ha percibido desde Enero los 5.210 euros brutos mensuales que le corresponden desde que se fue escondiendo el bulto. Lo peor de todo es que el último informe de gestión del PSOE prevé que este año ingresen un 35% menos que en 2011. El partido tiene una deuda de 46,8 millones de euros, aunque está pendiente de recibir del Estado 24 millones de subvención electoral. ¡ Y ESTO NO LO RECORTAN LOS POLÍTICOS !.

Y estoy muy preocupado porque uno de los proyectos estrella de José Luis Rodríguez Zapatero para impulsar al partido socialista se llamó Fundación Ideas para el Progreso. "El instituto de pensamiento político y social" (¿?) atraviesa una situación económica tan delicada que sus 50 trabajadores no han cobrado la última nómina de febrero, y que los gestores de la fundación, cuyo vicepresidente ejecutivo es el exministro de Trabajo Jesús Caldera, están buscando un crédito, "pero los bancos les han dicho que no hay nada que hacer hasta que presenten el presupuesto con sus ingresos para 2012", que asco de bancos, como ya no les puede sacar algo, pelillos a la mar y a otros menesteres.

Si no saben llevar una empresa ¿como iban a saber llevar un país?. Yo me he tirado unos años de espera hasta poder cobrar de Hacienda un cobro indebido por una multa de tráfico, que espere Zapatero, después de terrorífico mandato, una eternidad.